Declaración de David R.Vidal en la Audiencia Nacional, sección 4ª, PA 10/20, como autor del anónimo que da lugar a la operación Tándem (origen del caso comisario Villarejo).
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David Vidal, el ‘gamer’ que puso en jaque al comisario Villarejo (ABC)
Isabel Vega Entrevista en ABC. https://www.abc.es/espana/abci-gamer-david-vidal-caso-villarejo-enf-202204171747_noticia.html
Envió un anónimo hace cinco años que acabó con el polémico policía en prisión y, ahora, él le ha citado como testigo en el juicio porque cree que es la mano ejecutora de una conspiración del Estado. Sin embargo, el relato de este fan de los videojuegos no es el de un complot, sino el de un ‘gamer’ que sabe un poco de muchas cosas.
Dice el principio de economía que en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable. Complicado aplicar la Navaja de Ockham en un mundo como el de José Manuel Villarejo , con demasiadas incógnitas, apenas un puñado de certezas y un sumario que sigue creciendo en la Audiencia Nacional donde, a menudo, nada es lo que parece. No extraña por eso que a estas alturas, la tesis más extendida sobre la caída del comisario tenga una X detrás, la de una mano negra que creó de la nada a un denunciante y lo sentó un día con un taco de papeles a la mesa de un fiscal. Una maniobra del sistema para derrocar al peón de negras cuando daba más problemas de los que solucionaba.
Sin embargo, ese denunciante tiene nombre y apellidos, un domicilio conocido y una cita próximamente en la sala de juicios de la Audiencia Nacional, a la que acudirá como testigo. Y cuenta una peculiar historia que tiene más de aventura para friquis que de conspiración nivel Estado. David Vidal (Ferrol, 1966) charla con ABC sentado en una silla de ‘youtuber’ desde un sótano que tiene acondicionado, bromea, «como batcueva». Lleva auriculares de jugar en red, se dice ‘gamer’, y no hace esfuerzos en quitar hierro al asunto. Conoce la gravedad de la causa. La destapó él. Y asegura que no fue por encargo del CNI ni de ninguna institución con afán de tumbar al rey de las cloacas.
Y si hubiera una conspiración oficial tampoco me lo iba usted a decir
Ojo, que voy a tener que decirlo bajo juramento. Sería delito.
Tampoco es un internauta sin más. Vidal es informático por profesión y vocación, vive en Galicia. A partir de la ayuda que prestó a una víctima de trata, empezó a interesarse por las redes de tráfico de personas y a investigar. Los datos que reunía los pasaba a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras. Ahí nació su colaboración con la Policía, que se extendió a lo largo de los años y de la que nació otra relación con el Centro Nacional de Inteligencia. Nunca fue funcionario, nunca estuvo en plantilla. Hacía, dice, y confirman a ABC quienes pueden hacerlo, informes a partir de fuentes en países africanos sobre tendencias en migraciones a cambio de una asignación mensual. Por el camino, cuenta, aprendió mucho, conoció gente, se profesionalizó. Llegó a montar una escuela que prometía enseñar a ser un espía: métodos de recopilación y sobre todo, procesamiento de información y análisis con un plantel de profesores que incluía retirados del Cesid. No sentó bien en «la Casa», explica. Allí, cuanto más secreto todo, mejor.
Esa relación se prolongó hasta 2013. Desde entonces, ya no colabora con Inteligencia. Ahora se gana la vida creando aplicaciones de seguridad para empresas y particulares.
A principios de 2016 todavía mantenía no obstante, una «pequeña relación», en sus palabras, con la Comisaría de Extranjería. También aceptaba encargos privados. En ese contexto, un abogado al que conocía de los cursos le introdujo en el problema de su cliente, el empresario Francisco Menéndez. Tenía un lío con unos guineanos en Seychelles y necesitaba un informe de análisis. Menéndez no aceptó el presupuesto que confeccionó Vidal, pero sí entablaron relación a golpe de copiosas (y carísimas) comidas a las que el primero solía invitar. En una de esas, le habló del comisario Villarejo, del millón de euros que le exigía bajo coacción, de sus sociedades en Panamá. Hacienda tocaba a la puerta de este empresario y amenazaba con cárcel. Un delito fiscal de siete cifras.
Vidal se quedó con la copla. Tal vez a la Policía podía interesarle. Era un comisario y parecía corrupto. Hizo un poco de investigación. «Ese tío era el rey del mambo». Pensó que era mejor acudir directamente a la Judicial y se lo contó a un jefe de la UDEF. Dice que puso cara de interés, pero nunca llamó de vuelta. Al poco, se había jubilado.
Finales de 2016. Un día Vidal se asoma de nuevo a las sociedades en Panamá y se da cuenta de que Villarejo las ha liquidado todas el mismo día. Seguía con la mosca detrás de la oreja con este asunto y lo explica así: «Yo esto lo echaba de menos. Desde el 2013 ya no hablaba con el CNI y este tipo de aventuras las echaba de menos. Me divertía».
Un anónimo simpático
Cañas con otro conocido, experto en blanqueo y comandante en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Poca broma.
—¿Y esto qué te parece?
—Que llames a este tipo de Asuntos Internos
—Yo no hablo con un policía al que no conozca
—Pues vamos a la Fiscalía Anticorrupción
Por el camino, el papelón de Menéndez, su amenaza de condena de cárcel y una posibilidad. «Tal vez si lo denuncias todo, sean benevolentes contigo». Le tenía tan convencido que llegaron a quedar una hora antes de la cita junto a la Fiscalía Anticorrupción. Allí mismo, el día D, el empresario se echó atrás. Su nuevo abogado le dijo que acabaría muerto. Pero Vidal y su amigo de la UCO sí cruzaron el umbral. En un despacho, el entonces fiscal Jefe, Manuel Moix, y «un fiscal bajito». Era Ignacio Stampa . Y parecía interesarles el tema, pero sin denunciante, y Vidal no lo quería ser porque al fin y al cabo, no era su guerra, difícil seguir adelante. No entregó allí documentación, confirmaron fuentes fiscales.
Fue entonces cuando se le ocurrió.
«Escribí un anónimo bastante bueno. Metí cosas simpáticas». Se refiere a que la dirección del remite era de una comisaría, «así no perdían tiempo en investigar»; el nombre, Asunción Mbe, una «chavalita» testaferro en Islas Vírgenes de unos guineanos y el teléfono, el de Rafael Redondo, abogado de las empresas de Villarejo. Adjuntó parte de la «tonelada» de información que le había dado Menéndez. Lo envió por Seur, pagó 20 euros y conserva el recibo. Ese fue su servicio particular a la patria, aunque no niega que le resultó realmente estimulante.
Tampoco es que lo hiciera al tuntún. En la primavera de 2017, gente como aquel jefe de la UDEF que no le inspiraba confianza estaba fuera de la Policía, igual que el propio Villarejo y otros de su quinta que tal vez, le habrían protegido. «Una de las virtudes de Inteligencia es saber elegir el momento adecuado». Lo era.
—¿Por qué no denunciarlo al CNI?
—¿Y cómo sé yo que sus intereses son los míos? El CNI trabaja para el Estado, no para los ciudadanos.
Anticorrupción movió ficha. Pidió a la Guardia Civil investigar al empresario, pero fue Asuntos Internos, Policía Nacional, quien dio con Menéndez. Le costó. Titubeó. Había cosas de las que no quería hablar, como el Porche Panamera que le puso al comisario Jefe de Barajas, Carlos Salamanca, un cohecho por el que en breve, ambos serán juzgados. Aún así, acabó siendo el auténtico denunciante del caso Villarejo.
En noviembre de 2017 cayó el comisario y Vidal sentía que su papel no había terminado. Temía que Menéndez se acabase largando de España, le veía lleno de miedos, así que se hizo una especie de gira mediática: «Yo destapé a Villarejo». Publicó hasta un libro. «Si los focos se ponían en mí, le dejaban tranquilo». La causa estaba ya en la Audiencia Nacional.
Un ‘gamer’ que sabe
Cuenta que se desentendió del tema, hasta ahora, que le han metido de lleno. Villarejo vive en la teoría del peón de negras, el agente secreto esencial para «limpiar la mierda» de las cloacas del Estado al que un todopoderoso jefe del CNI declaró una guerra injusta que le ha tenido tres años y medio en prisión preventiva y ahora en el banquillo, al pie de una pena que supera el siglo. Y la cantidad de sombras que hay en esta historia hacen que su versión no sólo no sea descabellada, sino que parezca la más plausible, no siendo, probablemente, la más sencilla.
Vidal, que estaba ya fuera del foco, se ha convertido en el blanco de sus iras en largos escritos al juez de la Audiencia Nacional e irá de testigo al juicio porque el propio comisario lo ha pedido. Sostiene desde el primer día que el inicio de la causa está viciado y así, todo ha sido un atropello. Es decir, no es válido.
—Si la teoría de Villarejo es cierta, en el CNI estarán contentos con usted
—No estarán nada contentos porque por mí se les ha vinculado a lo de Villarejo, pero ese es su problema, no el mío.
—A estas alturas, ¿no le parece que lo otro suena ya más fácil de creer?
—A mí solo me creen en el CNI, un par de amigos a los que fui contando lo que hacía, y mi novia.
—Muy propio de un espía en una teoría de la conspiración…
—Soy un ‘gamer’ con 12 años de experiencia con el CNI y con la Policía Nacional y que controla un huevo de muchas cosas. Y ya está. Es lo que hay. Qué le vamos a hacer, Villarejo. Qué se le va a hacer.
Entrevista sobre atentados 17A en Barcelona
Durante su juicio, el excomisario Villarejo ha vuelto a destapar la caja de los truenos acusando al CNI de estar detrás de los atentados del 17A. ¿Qué relación tiene el imán de Ripoll con el CNI? Participación en programa FAQS (TV3)
Entrevista en telediario (TVE)
Entrevista en Informativos TV española, telediario 21 horas
Así cayó Villarejo
El 5 de noviembre de 2017 el polémico comisario Villarejo ingresaba en prisión. Era el origen de la llamada Operación Tándem, iniciada por la fiscalía anticorrupción y ejecutada por la Audiencia Nacional, que luego se convertiría en la caja de Pandora de las cloacas del Estado.
Desde entonces los escándalos se suceden uno tras otro conforme van apareciendo revelaciones sorprendentes. Se abren nuevas causas judiciales y crece el número de personas investigadas, sin que se sepa a ciencia cierta la profundidad de lo que parece ser una cloaca sin fin.
Pero una pregunta sigue sin respuesta: ¿cuál fue el origen de la Operación Tándem?
Aquí y ahora desvelaremos todas las claves.